miércoles, mayo 8, 2024
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Filita india para saborear los helados Ivon

¨Amiga, si estás en Jarabacoa, tráeme un helado de los de vasito¨, se escuchaba en la nota de voz. Era Lucy García, la madre de la chef Paola Ozoria. Lucy y yo estamos tan conectadas que cuando escuché su mensaje ya había apartado los helados de ambas. 

Así como ella, cuando las redes delataban mi paso por el ventanal de doña Ivon, Thaimara, Irene, Delmis, eran algunas de las amigas que se anotaban para recibir el sabroso helado de coco con leche que se produce y vende en la calle Hermanas Mirabal del municipio de Jarabacoa.  

Como siempre, hubo que hacer fila para solicitar el delicioso postre frio que se hizo imprescindible para las visitas. Hombres, mujeres, familias y hasta mascotas, siguen la línea -y la respetan- hasta llegar al ventanal donde se anuncia que aparte de la ultra famosa receta de coco con leche, hay heladitos de ciruela, bizcocho, tuti fruti, tamarindo, chinola y batata.  

La fama de este helado casero traspasa las fronteras del municipio que estos días celebró con mucho éxito el Festival de las Flores. Todo comenzó en la galería cubierta de ladrillos de doña Ivon Ortiz Abreu. Hace bastante tiempo, en ese lugar habitaba Juana Idalia -doña Lala- la madre de doña Ivon.  La matriarca comenzó la empresa familiar que hoy -36 años después- es atendida por la tercera generación.  

El de coco con leche es el vasito más demandado. La calle respira calor. Es domingo de junio y el pueblo suele congregarse alrededor de cafetines muy promocionados en Instagram. Las sombrillas de colores también aportan interés turístico del área.  Y doña Ivon se encarga de premiar el paladar. 

Repetir es algo normal frente al ventanal de la heladería que antes no tenía carteles ni se anuncia en ninguna parte. Por puro amor a lo nuestro, desde Color Visión, se recuerda con agrado que el comediante y presentador Freddy Beras Goico reclamaba ¨un helado de doña Ivon¨ si vienen de Jarabacoa.  

Los años pasan y la calidad del producto se mantiene intacta. Si aumentan los clientes, atraídos por la ricura, la fama a fuerza del boca a boca y el ¨modo exploración¨ del turisteo dominicano.  

Yo hice mi filita y salí parida de una docena de vasitos. ¡Qué bueno que existen los helados de doña Ivon! 

Por: Grisbel Medina

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